
Trámites para comprar coche de segunda mano.

No es ningún secreto que el consumo de tu vehículo puede variar significativamente en función del uso que le des, sin embargo, existen algunos trucos que pueden ayudarte a conseguir ahorrar unos euros a final de mes.
Un viaje bien planificado puede suponer un cambio relevante en tu presupuesto y por eso, antes de emprender tu viaje, revisa algunos de los aspectos que más afectarán al consumo de combustible.El primer consejo de las lista de trucos para ahorrar gasolina es comprobar la presión de los neumáticos.
Las gomas de tu vehículo han de ir hinchadas con la presión indicada por el fabricante, teniendo en cuenta las inclemencias del tiempo y la condición meteorológica que trae consigo tu destino y trayecto. De esta manera, conducir con gomas con una presión inferior a la indicada aumentará el consumo de gasolina en un 2% en áreas urbanas y el doble en interurbanas.
Al igual que los neumáticos, el peso del vehículo incidirá directa e indirectamente en la presión de las ruedas, por lo que deberás procurar planificar y organizar bien tu maletero. Repartir la carga correctamente y el volumen de los elementos en el interior de tu vehículo marcará la diferencia en el panel de consumo, así como conducir con 100kg de peso puede aumentar tu consumo hasta en un 6% del total.
De la misma manera, mantener el maletero lleno durante largos periodos de tiempo afectará a la presión de las ruedas, perdiendo así la oportunidad de ahorrar gasolina.
El arranque y puesta en marcha del vehículo marcará un antes y un después en el consumo, por lo que soltar el acelerador al momento de la frenada puede reducir tu gasto hasta en un 2%.
Por otro lado, mantener una velocidad estable aportará equilibrio al vehículo y a su respectiva gasolina, y de esta manera, evitando frenadas y cambio de marchas bruscos podrás ahorrar unos cuantos euros a final de mes.
Cabe destacar que, cuando circulamos a más de 20km/h con una marcha metida el vehículo consumirá entre 0,5 y 0,7 litros por hora. Esto, además, significa que si apagamos el motor en paradas prolongadas consumiremos menos carburante, por lo que si vamos con marchas largas sin revolucionar el motor rápidamente notaremos la diferencia en nuestro consumo.
Expertos recomiendan conducir entre 2.000 y 2.500 rpm y aprovechar la inercia que producen los descensos y las bajadas para ahorrar combustible. De igual manera, durante las subidas puedes probar a retrasar al máximo el descenso de marcha, aumentando de manera aguda la presión sobre el acelerador.
Tampoco debemos olvidar que un uso innecesario del aire acondicionado aumentará exponencialmente nuestro consumo. Si bien es cierto que en autopista se recomienda usar el aire antes que abrir las ventanas, en ciudad es preferible airear naturalmente el vehículo con ellas.
En esta línea, hay que tener en cuenta que bajar las ventanillas afecta directamente a la aerodinámica del coche y que su uso no es recomendable si quieres ahorrar gasolina. A más velocidad, más combustible La relación proporcional entre velocidad y consumo es una realidad. Circular a más de 120km/h tendrá consecuencias nefastas en tu depósito, especialmente si estás intentando ahorrar unos euros a final de mes.
Estamos hablando de un aumento de hasta un 30% si se circula a 140km/h. De esta manera, si planificas tus viajes y no vas con prisa, puedes llegar a ahorrar una cifra significativa de combustible.
En relación con los viajes de media y larga distancia, son muchas las familias que se sirven de una baca para transportar otros vehículos u objetos. Sin embargo, debes saber que este ‘plus’ en tu techo afectará severamente a la aerodinámica de tu vehículo, lo que se traduce en un aumento del consumo de combustible hasta en un 20%.
En consecuencia, se recomienda desmontar la baca si no va a ser usada con frecuencia.Por último, un correcto mantenimiento de la mecánica del coche reducirá dolores de cabeza y, en efecto, el consumo de gasolina.
Entre estos elementos podemos destacar el estado del filtro de aire (el cual, recordamos, es recomendable su sustitución cada 30.000 kilómetros) las bujías, filtros de combustible y otras prestaciones que podrán marcar un antes y un después en el ahorro de gasolina.