Superdeportivos de los 90 más lentos que coches eléctricos de 2018.

La tasa de desarrollo tecnológico en las últimas décadas ha sido verdaderamente sorprendente. El teléfono móvil ha progresado en cuatro décadas, a partir de un trozo de plástico en una maleta hasta llegar a un dispositivo que maneja nuestras vidas en nuestros bolsillos.

Los videojuegos han pasado de ser alienígenas pixelados en enormes máquinas de juegos electrónicos a auriculares de realidad virtual que te insertan digitalmente en campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial completamente realistas. Y en la industria automovilística, se mantiene esa misma tendencia de desarrollo.

La era del coche eléctrico ha comenzado oficialmente, los grandes fabricantes han comenzado a unrise a Tesla en el espacio de EV (Electric Vehicle) del mercado masivo. Y con el influjo de motores eléctricos viene la aceleración y el rendimiento brutal que pone en duda la credibilidad de los superdeportivos del pasado. Aunque hayan estado en nuestras paredes como póster en nuestra infancia, los supervehículos de antaño ahora están siendo superados incluso por los vehículos eléctricos de gran rendimiento.

¿Fue el e-tron Gran Turismo de Audi una visión del futuro superdeportivo eléctrico?

 Centrándonos en la década de 1990, echemos un ojo a algunas leyendas de la automoción que son superadas incluso por la más improbable de las apuestas totalmente eléctricas de hoy.

FERRARI F355 (0-100km/h en 4.6 segundos)

El F355 está asociado con la primera incursión de Ferrari en las cajas de cambios de paletas de velocidad en sus vehículos de carretera, directamente de los desarrollos de sus coches de F1. Para las personas nacidas en la década de 1990 y quienes crecieron a principios de la década de 2000, el asunto a menudo aparece como un guiño de Paul Walker preguntando sobre el "minorista de uno de ellos" en la primera película "Fast & Furious". Tenía un motor V8 con un magnífico sonido, una estética llamativa y una insignia que tiene más peso que cualquier otra marca en el mercado.

Sin embargo, el  Audi E-tron se aproxima en un sprint de 100 km/h; un coche con cinco asientos, una rueda maciza y motores eléctricos que hacen todo el trabajo. El SUV alemán alcanza de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos, lo que significa que un superdeportivo que aún  puede verse hoy día se quedaría en una simple estela.

ASTON MARTIN V8 VANTAGE  (0-100 Km/h en 4.9 segundos.)

Quizá uno de los automóviles más brutal de los 90 y menos conocidos. El V8 vantage de hace dos generaciones era y sigue siendo el súper GT cuyo gran consumo de combustible casi le obliga a ser alimentado con carbón crudo.

Los modelos adicionales limitados, más caros, utilizan supercargadores, aunque se trata de dispositivos que ahora se ven como una manera bastante ineficiente de aumentar la potencia de un automóvil; algo que los fabricantes de coches eléctricos podrán hacer simplemente a través de una actualización de software.

El Aston no era exactamente un peso ligero en la década de 1990, incluso ahora se lleva de golpe dos toneladas más, a diferencia de los últimos SUV eléctricos, como el Audi e-tron y el Jaguar I-Pace, competidores del V8. Una conducción a 100 km/h en completo silencio. El Vantage de antaño puede tener un manejo más dramático, pero cuando se presentan las estadísticas, los coches eléctricos aunque novatos se llevan el premio del rendimiento a casa.

MCLAREN F1

Se mire como se mire, los índices de desarrollo en la industria de la automoción están aportando un nuevo nivel de rendimiento al mercado, y debería interpretarse como el siguiente gran paso en la historia del automóvil. Los Supercoches seguirán teniendo su lugar aunque siempre habrá un vehículo más rápido.

Pero al igual que al comparar tu móvil Huawei con el último Samsung Galaxy, lo nuevo casi siempre es mejor. Y es que el mundo de la tecnología no es para románticos y los coches eléctricos han llegado para enviar los superdeportivos del pasado al lugar donde pertenecen.