
Trámites para comprar coche de segunda mano.

Hasta no hace mucho tiempo todos los vehículos contaban con un cambio de marcha manual. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha ido implantado el cambio automático y en la actualidad son bastantes los modelos a la venta en los que los fabricantes han incorporado cambio automático en sus vehículos.
De las muchas tecnologías de cambio automático hay una que sobresale por encima de las demás, es el cambio DSG que responde a sus siglas en inglés Direct Shift Gearbox desarrollado por el Grupo Volkswagen.
El funcionamiento mecánico del DSG es algo complejo por lo que vamos a simplificar de forma sencilla su explicación. El sistema DSG de cambio automático se caracteriza por tener dos embragues, ¡no no te asustes! No se ha añadido otro pedal al coche, seguiremos teniendo un pedal de aceleración, otro de freno y otro de embrague.
El doble embrague va por dentro del mecanismo de la caja de cambios y desde nuestra posición de conductor no tendremos que hacer nada diferente a lo que ya hacíamos. Únicamente tendremos que tener el cambio automático operativo.
Y os preguntaréis ¿Por qué un doble embrague? Muy fácil.
Los embragues están por dentro pero en un mismo plano. Estos están enlazados con la caja de cambios mediante dos ejes:
El eje principal conecta con el secundario y este va directo a las marchas que se accionaran dependiendo de la operación que estemos realizando con el acelerador y la marcha en que esté puesta. Ambos embragues están conectados con los marchas, mientras uno está en funcionamiento con la marcha puesta el otro está preparado con marcha preseleccionada para realizar el cambio.
De esta forma un embrague conecta con las marchas 1, 3, 5 y la marcha atrás, mientras que el segundo engancha con las marchas 2, 4 y 6 (en el caso que el coche tenga sexta marcha). De esta forma el proceso de cambio se acelera, al estar un segundo embrague preparado para poner una marcha más o una marcha menos. El resultado es un tiempo de cambio de menos de la mitad de un segundo, ¡Ni te enteras!.
Hay muchos sistemas de cambio de marchas automático pero el sistema DSG destaca por las ventajas que proporciona con respecto al resto aglutinando en un mismo sistema las ventajas del cambio manual y las del cambio automático.
Más rápido
El juego de los dos embragues proporciona más rapidez en el cambio reduciendo el tiempo de espera puesto que uno de ellos siempre está preparado.
Menos consumo
Este sistema de caja de cambios con tecnología DSG traduce la reducción de los plazos en un menor consumo. Hay que tener en cuenta que casi no hay interrupción en la transmisión de fuerza en cada cambio lo que disminuye el consumo ya que no hay que recuperar ese impulso perdido. Hay que reconocer que el ahorro de consumo no es muy significativo pero todo suma y muy especialmente si tenemos en cuenta el alza en el precio de los carburantes.
Más cómodo
El cambio de marcha se nos hará prácticamente imperceptible. Conducir será un juego de niños puesto que el sistema debidamente programado calculará en qué momento debe producirse el cambio de marcha en función de la velocidad y revoluciones del motor.
Todo lo anterior se traduce en que ante un mismo coche, en igualdad de condiciones, motores, ruedas, desgaste, etc, el turismo que tenga incorporado el sistema DSG obtendrá un rendimiento más elevado y unas mejores prestaciones en carretera que el vehículo que no lo tenga. La experiencia en la conducción, las sensaciones al volante, la naturalidad y la ausencia de brusquedad en los cambios, hacen de nuestro viaje y de la conducción algo mucho más placentero.
Desde el surgimiento inicial de esta tecnología la misma se ha desarrollado y han ido apareciendo diversos tipos de DSG. Los principales son el DSG 6 y el DSG 7: